Fuente/UNO TV
El zapatero Grigore Lup de Rumania quiso poner manos a la obra al ver que las personas no obedecían la distancia necesaria para la nueva normalidad en la etapa de desconfinamiento en su país, después de la cuarentena por la pandemia del COVID-19, y se valió de su ingenio para inventar los «zapatos de distanciamiento social» con los que pretende que las personas recuerden la importancia de mantenerse separadas cuando se trate de convivir.
Con su granito de arena, Lup quiere que se respeten las restricciones de convivencia de la nueva normalidad porque de lo contrario podrían surgir más contagios del nuevo coronavirus (Orthocoronavirinae). En Rumanía, que inició un desconfinamiento gradual desde el 15 de mayo, los «zapatos de distanciamiento social» de este hombre de 55 años han cobrado popularidad e incluso ya le han llegado cinco pedidos del modelo.
Los «zapatos de distanciamiento social» que surgen en tiempos del COVID-19 están inspirados en un modelo que el zapatero trabajó para unos actores; su negocio depende en gran medida de órdenes personalizadas de teatros y óperas en Rumanía. Para hacerlos Lup se lleva dos días de trabajo y requiere casi un metro cuadrado de cuero. Cuestan 500 lei (104 euros) y son de talla 75 europea.
Se puede ver en la calle, la gente no respeta las reglas de distanciamiento social. Fui al mercado a comprar semillas para mi jardín. No había mucha gente allí pero seguían acercándose cada vez más», dice Grigore Lup, quien lleva 39 años haciendo zapatos de cuero.
Grigore Lup es un zapatero de la ciudad transilvana de Cluj. Comenzó a fabricar zapatos a los 16 años aprendiendo de un zapatero que a los 93 años aún hace calzado tradicional húngaro. Su tienda fue abierta en 2001 y aunque vende zapatos al público en general, depende en gran parte de los pedidos personalizados de teatros y óperas de su país. Su negocio se ha enfrentado a dificultades debido a que la cuarentena por el COVID-19 frenó todos los espectáculos en vivo.
En Rumanía se han reportado 18,791 casos de coronavirus y la muerte de 1,240 víctimas a causa de la enfermedad.