Hong Kong (CNN Business) — Renault recortará 14.600 empleos como parte de una importante revisión diseñada para reducir costos y ayudar al fabricante de automóviles francés a sobrevivir la pandemia de coronavirus.
Se eliminarán unos 4.600 puestos en Francia, con 10.000 más en otros mercados.
La compañía anunció el viernes que reducirá costos en más de 2.000 millones de euros (US$ 2.200 millones) en los próximos 3 años. También planea reducir el número de automóviles que fabrica cada año de 4 millones a 3,3 millones para 2024, y dejará de vender vehículos de la marca Renault en China.
Renault es parte de la alianza de fabricación de automóviles más grande del mundo, junto con Nissan y Mitsubishi. A principios de esta semana, las compañías anunciaron que fabricarían menos modelos, compartirían instalaciones de producción y se centrarían en las fortalezas geográficas y tecnológicas existentes de cada fabricante de automóviles a medida que intentan reducir los costos en medio de la pandemia de coronavirus.
Renault dijo que se necesitaban cambios debido a la magnitud de las consecuencias económicas de la pandemia, así como a estándares de emisiones más estrictos. La compañía, que emplea a 180.000 personas en todo el mundo, dijo que consultará con los sindicatos sobre la reestructuración de algunas de sus plantas en Francia.
“Los cambios planificados son fundamentales para garantizar la sostenibilidad de la empresa y su desarrollo a largo plazo”, dijo el presidente Jean-Dominique Senard en un comunicado.
Las acciones de Renault cayeron casi un 50% en el año.
La decisión de sacar la marca Renault de China es parte de la nueva estrategia de alianza, que hará que cada miembro tome la delantera en geografías específicas mientras que los demás lo siguen. Nissan liderará el camino en América del Norte, Medio Oriente y mercados clave en Asia, incluidos China y Japón. Renault tomará la primera posición en Europa y Sudamérica, mientras que a Mitsubishi se le han asignado partes del sudeste asiático y Oceanía.
El jueves, Nissan anunció que reducirá la capacidad de producción en un 20% y cerrará una planta en España como parte de la revisión.