
Matamoros.-En este Viernes Santo en el que se recuerda la crucifixión y muerte de Jesús de Nazaret, se registró un crimen atroz en un domicilio de Matamoros donde un menor de nueve años fue prácticamente torturado hasta morir por sus hermanas y su padres ya que con “oraciones” y golpes querían sacar el demonio que presuntamente lo tenían poseído.
En información exclusiva investigada por este medio de comunicación de EnlaceMx se comprobó que el asesinato del infante ocurrió en la casa marcada con el número 65 de la calle Flores Magón, colonia Expofiesta Sur, sector ubicado a espaldas de la Secretaría de Seguridad Pública.
Durante la madrugada de este viernes el pequeño Nicolás fue prácticamente torturado por sus hermanas Raquel de 19 años, la otra de 16 años y su padre de nombre Ausencio “N”, jefe de meseros de un conocido hotel de esta ciudad.
Los detenidos, que asisten a una iglesia presbiteriana, señalaron que el niño tenía un demonio, es por eso que con “oraciones” y golpes querían sacarle el espíritu maligno que según ellos lo estaba haciendo sufrir, causándoles los hematomas y aplanándole su estómago.
Al ver que el pequeño Nicolás no reaccionaba, lo trasladaron de inmediato al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de la Avenida Sexta y Mina, pero el menor llegó sin vida.
Posteriormente el personal del hospital le dio aviso a las autoridades y de inmediato arrestaron a la familia tras confesar lo que habían cometido.
Lo extraño del caso es que no detuvieron a la mamá de las jovencitas y del niño que también presenció los hechos. Ella ya rindió su declaración ante las autoridades.A la madre de familia se le apreciaban golpes en el cuerpo, pero se desconoce quién se les causó.
Mientras tanto las hermanas de Nicolás se encuentran detenidas al igual que el papá. Todos están confesos del asesinato y en las próximas horas serían judicializas por el crimen atroz que cometieron en agravio de su propio e indefenso familiar.
Por otro lado los vecinos de los acusados informaron en exclusiva a EnlaceMX que durante la noche y madrugada de esta viernes efectivamente escuchaban gritos, pero pensaron que estaba “rezando” en su hogar porque la iglesia está cerrada. Dieron a conocer que los detenidos se ven como una familia normal y no pueden creer lo que cometieron.
“Pensamos que estaban orando, incluso ya tenían días haciendo ruidos como de rezos, nunca nos imaginamos otra cosa, lo que sí se nos hizo extraño es que el perro que tienen como mascota lo soltaron”, expresaron vecinos de la familia.
Señalaron que los domingos no faltaban a la iglesia que está a una cuadra de donde viven. Pero esta vez no habían acudido porque está cerrada debido a la emergencia sanitaria causada por el CORONAVIRUS.
Por EnlaceMx