McAllen, Tx.- La administración Trump desea abrir dos nuevas tiendas de campaña para detener temporalmente hasta 1 mil padres y sus hijos, cerca de la frontera sur, mientras que los activistas están criticando severamente las condiciones que hay dentro de esas instalaciones que ya son utilizadas para detener a los migrantes.
El Centro de Procesamiento de la Patrulla Fronteriza se encuentra en McAllen y rutinariamente opera por encima de su capacidad.
El terreno que está cerca del puente en Donna fue utilizado el año pasado como un campamento para soldados en activo cuando les ordenaron que se apostaran en el Valle del Río Grande, al sur de Texas.
La Patrulla Fronteriza también instaló una tienda de campaña en Donna para detener a migrantes en diciembre del 2016, en las últimas semanas de la administración del ex presidente Barack Obama, como respuesta a una oleada anterior de migrantes de Centroamérica.
La hermana Norma Pimentel, directora ejecutiva de Caridades Católicas del Valle del Río Grande, comentó que le permitieron visitar la tienda de campaña en el 2016. Agregó que el lugar estaba «abierto y limpio», aunque hizo notar que lo visitó antes de que empezaran a detener a la gente.
«La detención nunca ha sido una buena idea para ninguna familia», comentó Pimentel. «Creo que las familias son víctimas de mucho abuso, y nosotros abonamos a ese abuso por la manera como respondemos y la manera como los manejamos y procesamos».
El Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) dio a conocer a través de una notificación enviada a posibles contratistas que desea albergar a 500 personas en cada campamento: uno en El Paso, Texas, y el otro en la ciudad de Donna, situada al sur de Texas, que tiene un cruce fronterizo con México.
Cada instalación podría consistir de una tienda de campaña grande que podría estar dividida en secciones por género, familias con niños y los que viajan solos, de acuerdo a la notificación.
Los detenidos podrían dormir sobre colchones. También contaría con lugares para la lavandería, regaderas y un «área adicional cercada» para hacer «ejercicio o actividades recreativas en el exterior».
El documento dice que las instalaciones podrían abrir en las dos siguientes semanas y operar hasta finales de año, con un costo que podría llegar a los 37 millones de dólares.
El CBP no respondió a varias solicitudes que se le hicieron para que comentara sobre este asunto. Sin embargo, la agencia ha dicho que sus recursos se encuentran restringidos, debido al considerable incremento en el número de padres con hijos que están cruzando la frontera y solicitando asilo.
En marzo realizaron 53 mil aprehensiones de padres con hijos que viajaban juntos, la mayoría de los cuales están huyendo de la violencia y pobreza en Centroamérica. Muchos de ellos solicitan asilo de acuerdo a las leyes de Estados Unidos y las internacionales.
La Patrulla Fronteriza ha empezado a liberar directamente a los padres y sus hijos en lugar de referirlos a las autoridades de inmigración para una posible detención a largo plazo, sin embargo, en algunas ocasiones las familias esperan varios días para ser procesados por la agencia y posteriormente son liberados.
En El Paso, cientos de personas son detenidas en tiendas de campaña colocadas en el centro de un estacionamiento que está enseguida de una estación de patrullas.
Las personas que han sido detenidas se han quejado de la prolongada exposición al frío. La Patrulla Fronteriza los limita a una capa tibia de ropa, les confiscan los abrigos y le han entregado una cobija Mylar a cada detenido, citando preocupaciones sobre la salud y seguridad.
fuente: el mañana