Si existe algo que se llama mística copera, habrá que creer que este joven Ajax la tiene. Parecía que había hecho suficiente con la hazaña de cuartos de final, cuando llegó al Santiago Bernabéu con la necesidad de convertir al menos dos goles y vapuleó al tricampeón Real Madrid con un 4-1 para eliminarlo de la Champions y meterse en cuartos de final. Contra Turín, tenía enfrente otra historia que lo encontraba en desventaja y parecía que la historia se terminaba. Pero otra vez no le importó: ganó 2-1 para despachar a un nuevo gigante en su casa, con Cristiano Ronaldo como parte del paquete.
Justamente el portugués había puesto en ventaja al local con un cabezazo a los 27 minutos de juego. La Juventus, que ya se clasificaba con un empate sin goles (favorecido por la regla del gol de visitante luego del 1-1 en la ida en Amsterdam), ahora pasaba al frente y obligaba al Ajax a marcar para igualar la serie.
Nada les afectó a estos holandeses marcados por la escuela de un fútbol extraordinario que patentó Johann Cruyff en los 70 y continuaron en los 90 otros cracks como Dennis Bergkamp y Marc Overmars. A los 34, Donny van de Beek silenció la fiesta en Italia al definir con un tiro bajo y cruzado para igualar la revancha y la serie.
El gol del Ajax tuvo un efecto fundamental: no solo igualó la serie, sino que por la regla de gol de visitante puso a la Juventus al borde de un dolor de cabeza grande. Si los de Amsterdam volvían a anotar, el local estaba obligado a hacer dos goles para revertir la serie.
El cambio de roles se notó en el segundo tiempo. Juventus padeció con el buen juego de los holandeses, que parecieron no sentir la presión de una instancia decisiva. Del otro lado, nadie parecía hacerse cargo. Cristiano estaba desaparecido y encima Paulo Dybala se fue pronto a los vestuarios por una lesión.
Ajax fue una y otra vez hasta que llegó la justicia en el marcador. A los 22 minutos, de Ligt ganó de cabeza en un tiro de esquina y puso el 2-1 que cambiaba el escenario Ajax ganaba y ahora la Juventus, ahogada por los nervios, tenía que hacer dos goles para dar vuelta la serie.
Poco pudo hacer el equipo de Cristiano Ronaldo hasta el final del partido. Chocó contra la defensa ordenada de un equipo al que ya todos deberán tomar en serio, y que estuvo muy cerca de aumentar la ventaja de contraataque. El 2-1 se consumó y ahora Ajax espera al ganador de Tottenham y Manchester City, mientras Juventus se tuvo que marchar a su casa con todas las estrellas. Cristiano Ronaldo, el mismo que dejó Real Madrid para tratar de alcanzar la gloria fronteras afuera, incluido.
Fuente: Clarín
