El choque entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y los empresarios gasolineros por el alto costo de los combustibles dejó al desnudo un mercado nacional distorsionado en el que los consumidores son quienes pagan los platos rotos.
Consultada al respecto, la comisionada presidenta de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), Alejandra Palacios Prieto, explica que el mercado mexicano de combustiblesno es de competencia porque Pemex suministra más de 90% de la gasolina que el país consume.
«No diría que la competencia no ha funcionado; diría que es un mercado completamente distorsionado y que se está abriendo. Y para que se abra y empiece a funcionar como un merado de verdad se necesita certidumbre e inversión.»
Cabeza del órgano encargado de combatir las prácticas monopólicas, Palacios Prieto aclara que cuando el precio de la gasolina sube no se puede decir que existe una colusión; es que quizá el precio del petróleo aumentó, subió el impuesto o el costo logístico.
«Nos preocupa y nos ocupa el aumento de precio (de las gasolinas). Estamos conscientes que en tiempos recientes ha aumentado el margen. Si fuera un asunto de colusión, se activa la indagatoria», puntualiza.
El martes 9, el presidente López Obrador culpó a los dueños de las gasolinerías por el alza en los combustibles de los meses últimos y les pidió estabilizar los precios y evitar abusos. De lo contrario, advirtió, se crearía una red de estaciones de servicio del gobierno.
«Para lograr el propósito de que no haya aumento en los precios pensaríamos en crear un grupo de estaciones de venta en el país, para que (el combustible) se venda a precios justos», anunció.
fuente: el mañana